Entevista a Arturo Fernandez
Arturo Fernández, actor: Amo a Gijón, mi Gijón del alma.
. En “La Puerta de la Villa “, un barrio muy humilde pero muy carismático de un Gijón que no vivía sus mejores momentos económicos pero que era bellísimo…
¿Qué recuerdos tiene de su niñez allí?
. No sé si es que la memoria, los recuerdos, con el paso del tiempo, embellecen la realidad, no sé si la edad te hace idealizar el pasado, pero tengo recuerdos maravillosos de una infancia y una adolescencia llena de carencias materiales, pero de una gran alegría a pesar aun de no contar con mi padre desde los 7 años, ya que tuvo que exiliarse en Francia. Recuerdo la casa donde nací y viví hasta que vine a Madrid, donde nadie cerraba sus puertas, donde siempre se oía cantar, recuerdo el delicioso olor de la cocina de mi madre, recuerdo los partidos de futbol en la calle, que a pesar de ser la vía de entrada a la ciudad, apenas tenia tráfico, o en la incomparable playa de San Lorenzo cuando nos fugábamos del colegio de los “baberos”. Recuerdo el paseo por la calle Corrida, arriba y abajo, con los amigos cruzándonos con las chicas que en grupos también hacían el recorrido a la inversa. El escaparate de la mejor sastrería de Gijón y un traje “Príncipe de Gales” que yo soñaba con poder comprar en lugar de llevar los que había dejado mi padre magníficamente arreglados, eso si, por mi guapa madre…la noche que fui a ver a Antonio Machín y le dije que yo quería ser cantante…Los primeros bailes en “El Japonés” en los que me colaba y decía a las chicas del selecto barrio de Somió que era ingeniero y no tenia ni 18 años, ni mas que lo que entonces se llamaba Bachiller Elemental…. Podríamos hacer un número doble de esta magnifica revista con los recuerdos que me trae la palabra Gijón unida a esa época de mi vida.
¿Hace mucho que no vuelvea a Gijón?
. Vuelvo siempre que puedo. Es donde cargo mis baterías.
¿Qué te gusta hacer cuando està en Gijón?
. Pasear la ciudad. Disfrutar de una buena mesa y sobremesa conversando con mi hermano elegido, José Manuel, a quien conozco desde los tres años. Tomar un “Campari” en una terraza de la calle Corrida recordando aquellos años y ver el mar, el incomparable mar Cantábrico…
¿Recuerda algún lugar o paisaje que le gustara especialmente?
. En mi niñez y adolescencia no estábamos en mi casa para restaurantes. Las celebraciones eran con tortillas y “rajes empanaes” que eran los incomparables filetes empanados que hacia mi madre…
Después ya actor, me encantaba el marisco del desaparecido “Corona”, ¡únicas sus andaricas!…Sigo disfrutando de Casa Víctor donde no se si me gusta mas su increíble comida, o la divertida, socarrona y y sabia conversación del genial Vitoron ; de los frixuelos , que me preparaba especialmente la dueña de Casa Justo y de su fabada…En Gijón se come bien en todas partes y la cocina asturiana es única para quien le guste la cocina-cocina, aquella en lo que predomina es la materia prima.
¿Ha cambiado mucho Gijón desde que salió?
. Todas las ciudades han cambiado mucho en los últimos 50 años, algunas para mejor que otras… Gijón tiene unas señas de identidad tan propias y tan indelebles que a pesar de los cambios, el crecimiento de la población, a pesar de la desordenada y fea construcción de los años 50 que acabó con las preciosas casas del paseo marítimo, a pesar de todo, Gijón siempre será eso; mi Gijón del alma.
¿Qué lugares de Gijón crees que un turista que llegue a la ciudad no debería perderse?
. La increíble playa de Gijón, sus verdes alrededores, el bonito, singular y divertido barrio de Cimadevilla, las impresionantes vistas desde “El Elogio del Horizonte”… el estadio del Molinón si juega mi Sporting el Teatro Jovellanos (sobre todo si actúo yo!!!). Gijón es para no perdérselo