Una visita a Gijon (por un Madrileño)


Este año hemos decidido pasar una semanita en Gijón, y la verdad es que hemos acertado de pleno: buen yantar y buen tiempo en una ciudad realmente agradable de pasear.

Gijón
Lo primero que he de reconocer es que en esta ocasión he estado especialmente vago, íbamos dispuestos a descansar y, por esa sencilla razón, el coche se quedó aparcado según llegamos y así se quedó hasta que nos fuimos; eso sí, para salir a darnos unos buenos agapitos no hemos tenido pereza, aunque se haya traducido, como podéis imaginar, en un notable aumento de peso, pero bueno, que nos quiten lo bailao, que ya habrá tiempo de volver a perderlo.

Bueno, pues si os parece bien, vamos a ver, sin orden ni concierto, unos pocos rincones de la ciudad, obviamente quedan muchos por conocer pero, como digo siempre, es una buena excusa para volver.

Una de las cosas que más nos han gustado son los edificios, no importa su estado, cada uno, a su manera, te dice algo.

Gijón

Gijón

Gijón

Gijón.
Un edificio emblemático es el Palacio de Revillagigedo, construido entre los años 1704 y 1721 por iniciativa de don Carlos Miguel Ramírez de Jove, primer marqués de San Esteban del Mar del Natahoyo. Actualmente, tras una importante serie de reformas, se ha transformado en un centro cultural auspiciado por una entidad bancaria.

Gijón. Palacio de Revillagigedo
Por cierto, como eran las fiestas de la ciudad y se celebraba -entre otras cosas- una exhibición aérea, el Ejército del Aire -en colaboración con esa famosa y estomagante marca que todos conocemos-, emplazó frente al palacio un emulador -que no simulador- de vuelo. Bueno, pues la verdad es que la cosa no es que fuera para tirar cohetes, pero había momentos, como el despegue y el aterrizaje del avión, que sí fueron bastante reales, muy curioso, la verdad, y yo encantado de volver a sentir lo que es volar, pero en tierra.

Gijón
La Colegiata de San Juan Bautista, adosada al Palacio de Revillagigedo, sirve de escenario a numerosos conciertos de música clásica y exposiciones. Relacionado con la exhibición aérea y el emulador de vuelo que comentaba anteriormente, aquí tuvimos la oportunidad de que dos pilotos civiles nos enseñaran a manejar unos simuladores de vuelo -ahora sí- bastante buenos; la verdad es que pasamos un rato muy entretenido.

Gijón. Colegiata de San Juan Bautista
La Casa Natal de Jovellanos se construye a finales del siglo XV, siendo propiedad desde entonces de la familia del ilustre escritor. Reconvertida a Museo el año 1971, en su interior se guarda la colección artística municipal que fue trasladada desde su antigua ubicación en el antiguo Instituto Jovellanos.

Gijón. Casa nata de Jovellanos
A la izquierda de la casa se encuentra la capilla de la Vírgen de los Remedios, donde reposan los restos del escritor.

Gijón. Capilla de Nuestra Señora de los Remedios
Y a la izquierda de la capilla, se encuentra el que fue antiguo Hospital de la villa, hoy reconvertido en uno de los más afamados restaurantes de la ciudad.

Gijón. Antiguo hospital de la villa. Restaurante Zabala
El edificio del Instituto Jovellanos, construído entre los años 1797 y 1897, es el heredero del Real Instituto Asturiano de Náutica y Mineralogía, y en él se cursaban estudios de minería y navegación, dos actividades siempre fundamentales en la región. Declarado monumento nacional el año 1975, actualmente es la sede de la Fundación de Cultura y la Universidad Popular del Ayuntamiento de Gijón.

Gijón. Instituto Jovellanos
Justo al lado se encuentra la Biblioteca Pública Jovellanos, cuyo edificio se construyó entre los años 1935 y 1943 para albergar el Banco de España en el mismo solar donde anteriormente se hallaba el antiguo Teatro Jovellanos. Hoy en día, además de ser la mayor biblioteca de la ciudad, presta también servicios de hemeroteca, fonoteca y videoteca.

Gijón. Biblioteca pública Jovellanos
La Torre del Reloj es un edificio del s. XVI que se reedificó en el año 1898 sobre la antigua torre con la idea de que sirviera de mirador desde el que poder contemplar la ciudad.

Gijón. Torre del Reloj
Tras haber desempeñado diversas funciones, entre ellas la de cárcel, fue reconstruída el año 1985 y hoy es un Centro de Interpretación que alberga una exposición permanente sobre la historia de la ciudad.

La primigenia iglesia de San Pedro Apóstol Mayor fue construída en el s. XV, destruída el año 1936, en el transcurso de la guerra civil española y reconstruída entre los años 1945 y 1954.

Gijón. Iglesia de San Pedro

Gijón. Iglesia de San Pedro
El edificio del Ayuntamiento, ubicado en la Plaza Mayor, se construyó entre las décadas de 1860 y 1870 siguiendo los planos diseñados por Andrés Coello.

Gijón. Ayuntamiento de Gijón
La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, también conocida como La Iglesona, fue construída entre los años 1918 y 1922, y está coronada por una enorme imagen del Sagrado Corazón obra del escultor Serafín Basora.

Gijón. Sagrado Corazón. La Iglesona
El Teatro Jovellanos se inauguró el año 1883 con el nombre de Teatro Cómico, y tuvo que ser reformado al poco tiempo debido a lo limitado de su aforo, dándose por concluídas definitivamente las obras el año 1889. Destruído por completo el año 1937, es reconstruído en el 1942 y rebautizado con su actual nombre.

Gijón. Teatro Jovellanos
El monumento a don Pelayo se erigió el año 1891 en homenaje al primer rey asturianu.

Gijón. Monumento a Don Pelayo
La estatua de Octavio Augusto es copia de otra del año 19 a. C. que alberga el Museo Vaticano. y está situada encima de lo que son las antiguas termas romanas cercanas a la iglesia de San Pedro, en la conocida como plaza de Campo Valdes.

Gijón. Estatua de Octavio Augusto
La batería de costa de Santa Catalina está ubicada en el cerro del mismo nombre, y es un antiguo complejo militar artillero del s. XVII cuya función era defender la ciudad de los ataques de los siempre malos malísimos piratas y corsarios.

Gijón. Batería del cerro de Santa Catalina

Gijón. Batería del cerro de Santa Catalina

Gijón. Batería del cerro de Santa Catalina
Administrado por el Ayuntamiento desde el año 1977, sus estancias no son accesibles al público y son usadas como almacenes, una verdadera lástima.

En lo más alto del mismo cerro se encuentra el Elogio del horizonte, obra de Eduardo Chillida inaugurada el año 1990.

Gijón. Elogio del horizonte

Gijón. Elogio del horizonte

Gijón. Elogio del horizonte

Gijón. Elogio del horizonte
También conocida como El Eulogio o como El váter de King Kong, esta obra realizada con hormigón, de 10 m. de alto y 500 Tm. de peso, parece querer abrazar con sus dos enormes brazos a la ciudad.

El que fue Monasterio de la Santísima Trinidad y Purísima Concepción de las Madres Agustinas Recoletas albergó, entre los años 1843 y 2000 la fábrica de tabacos.

Gijón. Antigua fábrica de tabacos
Aunque sin fecha, está previsto que el edificio termine reconvertido en Museo de la ciudad y pinacoteca municipal.

Otros edificios que nos gustaron fueron el Consulado de Francia...

Gijón. Consulado de Francia

Gijón. Consulado de Francia
... el del Consejo Consultivo del Principado ...

Gijón. Consejo consultivo del Principado
... o el del Colegio Santo Angel de la Guarda.

Gijón. Colegio Santo Angel de la Guarda
Otro de los lugares que merece ser visitado es el Parque de Isabel la Católica, muy cerquita del estadio del Molinón.

Gijón. Parque de Isabel la Católica
Con sus 151.857 m2 de superficie, es el de mayor extensión de Gijón.

Gijón. Parque de Isabel la Católica
Además de mostrar una gran variedad de especies vegetales, el parque tiene dos pequeños lagos en el que viven tranquilamente numerosas aves acuáticas.

Gijón. Parque Isabel la Católica
Un palomar y un aviario son otras instalaciones que reúnen un buen número de visitantes. Aquí un huesped habitual:

Gijón. Parque de Isabel la Católica
Aprobada su construcción en febrero de 1941, no se consideró realmente terminado hasta el año 1967.

Gijón. Parque de Isabel la Católica
Y nos llamó la atención ver que había personas tomando el sol en bañador en sus praderas cuando la playa está a un paso, pero bueno, para gustos, los colores.

Hablando de la playa, no se puede visitar Gijón y no conocer la playa de San Lorenzo, sin duda una de las mejores de España, aunque resulta chocante ver cómo varía su superficie dependiendo el estado de la marea. En las siguientes imágenes, con marea baja, se la puede ver en todo su esplendor:

Gijón. Playa de San Lorenzo

Gijón. Playa de San Lorenzo
Pero cuando la marea sube, la cosa cambia: la superficie se reduce a unos pocos de cientos de metros cuadrados, y los bañistas no tienen más remedio que arracimarse los unos junto a los otros.

Gijón. Playa de San Lorenzo
Más sitios... el puerto. En la siguiente imagen se puede ver la que fué antigua rula -lonja- del pescado.

Gijón. Antigua lonja del pescado
Esta baliza nos llamó la atención porque nos engañó su tamaño; viéndola desde el puerto se muestra así:

Gijón. Baliza
Pero cuando puedes compararlo con otra cosa, por ejemplo, un velero, entonces la cosa cambia...

Gijón. Baliza
Cerca del puerto se encuentra el Acuario, merece la pena visitarlo. Por cierto ¿habéis visto alguna vez la boquita de piñón de una lamprea? Pues aquí tenéis una, toda repletita de dientes...

Gijón. Acuario de Gijón. Lamprea
¿Qué? ¿Un chupito?

Gijón. Licor Hijop*ta
Para terminar el paseo, una mirada al cielo...

Gijón. El cielo
... otra al mar ...

Gijón. El mar
... y con la puesta de sol, a descansar.

Gijón. Puesta de sol
Bueno, y con esta entrada vamos a comenzar lo que esperamos sea una costumbre que resulte útil, que es opinar sobre los lugares en los que hemos comido. Vamos allá...
 

La Zamorana.
Avd. Hermanos Felgueroso, nº 38.
Posiblemente la marisquería de más fama de la ciudad, totalmente merecida por otra parte. Los percebes están fresquísimos; los chopitos, inigualables, y la parrillada de mariscos es abundante y exquisita. Imprescindible finalizar con un arroz con leche, el mejor de todos los que probamos durante esos días.

Trato: Excelente. Como valor añadido, el dueño se toma la molestia de interesarse por tu opinión, por lo que si no te ha gustado algo -cosa imposible, diría yo-, se tiene la ocasión de decírselo de tú a tú.

Relación calidad/precio: Buena, lo que no quita llevar la cartera o la tarjeta de crédito cargadas para no terminar fregando los platos.


La posada del mar.
Paseo del Muro, nº 2.
Aunque su aspecto desde fuera pueda provocar cierto rechazo, lo cierto es que aquí se sirven unas fabes con almejes inigualables, eso sí, hay que pedirlas con un par de días de antelación, ya que el afán de los dueños es servirte estos exquisitos moluscos bivalvos lo más frescos posible. Ojo con el bacalo a la riojana, para chuparse los dedos.

Trato: Excelente. Cercano sin caer en el coleguismo.

Relación calidad/precio: Muy buena.


Casa Zabala.
Calle Vizconde de Campo Grande nº2.
Otro de los locales más afamados de la ciudad sin justificar bajo nuestro punto de vista, ya que aunque los productos gozan de bastante frescura las raciones son insuficientes a todas luces, y al tener que pedir más para quedar satisfecho, la cuenta va engordando más y más.

Trato: Regular. Desde el cálido y cercano de una de las camareras al seco y distante de la otra.

Relación calidad/precio: Regular.



Bueno, pues se acabó por hoy. Y que conste que volveremos...